No sé si conocen el concepto de Resiliencia. Aunque tiene varios usos su origen está en la psicología y se puede definir como la capacidad que tiene una persona a sobreponerse a momentos de dolor emocional y traumas. Hay una definición que amplía el concepto introduciendo la capacidad de salir fortalecido de ese periodo de crisis: La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. De cualquier modo es un concepto muy a tener en cuenta en las organizaciones.
Es interesante trasladar ese concepto a las organizaciones. Desde el punto de vista del emprendedor parece un concepto fácil de asumir, al fin y al cabo éste es una persona en un estado constante de incertidumbre en la creación de su startup, por lo que requiere de cierta fortaleza mental para superar los inconvenientes, requiere disponer de una resiliencia adecuada.
Pero en el caso de las organizaciones puede ser más complejo. La idea es gestionar nuestras organizaciones de modo que nos permita superar periodos de incertidumbre como el actual saliendo incluso más fortalecidos a la nueva escena. Marc Vidal ya ha dicho algo en esta línea.
Creo que una buena resiliencia implica comprender en primer lugar el entorno en el que estamos. Analizar muy bien la situación, de dónde venimos y dónde podemos llegar. Se trata de entender los cambios que se están generando y sacar el máximo partido de ellos. Y para eso no basta con comprender el entorno, sino ajustar nuestra estructura y procesos a esos cambios para ser más fuertes. El problema es que muchos entienden que ajustar la estructura es despedir a trabajadores, y no es eso. Desprenderte de conocimiento nunca es una respuesta.
La resiliencia va a ser un concepto muy a tener en cuenta a corto plazo. No sólo va a ser útil para la gestión empresarial, sino que todo el movimiento de innovación social que cada vez va a ser más potente tiene mucho que ver con este concepto. Algunos movimientos y proyectos tienen a la resiliencia en el centro de su actividad cuando trata de gestionar proyectos de innovación social.
Mi amigo Asier Gallastegi (siempre es bueno presumir de amigos, sobre todo cuando son más inteligentes que tú) introduce un término que me parece brillante: Vulnerhabilidad. Es importante saber adaptarnos a esos entornos que nos hacen vulnerables. Increíble este video sobre desobediencia tecnológica. Como comenta Asier, gran parte de nuestro éxito en la adaptación a los nuevos entornos va a venir de la educación, y en este sentido Kio Stark habla de cuatro claves para conseguir el éxito en nuestra educación, fundamentalmente la emocional (copio a Asier): se aprende más en grupo que solo, en muchas profesiones disminuye la preparación académica, las experiencias de instrucción recordadas con más cariño son fuera del aula y los más felices en aprender son quienes lo hacen porque están motivados internamente, no los que buscan la recompensa de otros.
Hay cambios en la manera de hacer las cosas, en la manera de enfocarlas. La resiliencia en una característica que hemos de ser capaces de introducir en nuestras organizaciones. Y no es un concepto vacuo y ajeno, hay organizaciones o movimientos y publicaciones que enfocan de una manera muy completa este enfoque. O las organizaciones introducen la resiliencia en sus modelos de gestión y organizativos o corremos el riesgo de ser dominados por la incertidumbre y ser incapaces de dirigir nuestras empresas en momentos de crisis, y desde luego también de salir de ella fortalecidos.